Oxo-Zone

Oxo-Zone Cuando el oxígeno y el ozono están aliados El ozono es un gas natural de color azulado, compuesto de oxígeno trivalente (O3) con poder oxidante. En la naturaleza se genera por descargas eléctricas, durante tormentas eléctricas o bajo la acción de los rayos ultravioleta del sol. Se sabe que una capa de ozono protege a nuestro planeta de los rayos solares UV-B, dañinos para nuestra salud, mientras que sus propiedades excepcionales de oxidante y desinfectante son menos conocidas. El ozono no es estable a largo plazo y, por lo tanto, no se produce y comercializa en cilindros como otros gases industriales. Generalmente se prepara en el momento del uso a través de dispositivos llamados ozonizadores que convierten el oxígeno del aire en ozono a través de descargas eléctricas. Dado su poder oxidante de ozono, se utiliza para blanquear y desinfectar de manera similar al cloro. La posibilidad de usar ozono para limpiar y desinfectar objetos y ambientes deriva de su alto poder oxidante. De hecho, el ozono es capaz de degradar y eliminar cualquier elemento contaminante o dañino, como virus, ácaros, insectos, esporas, mohos, productos químicos nocivos e incluso humo y olores, todo de una manera totalmente natural. Al ser un gas inestable, unos minutos después de su uso, el ozono se transforma en oxígeno sin dejar ningún tipo de rastro o residuos químicos, olores desagradables y manchas en las telas. Tan pronto como el ozono entra en contacto con una materia orgánica, desencadena una reacción de oxidación que elimina todos los microorganismos vivos como los ácaros, bacterias, virus, mohos y hongos. Las moléculas responsables de los olores se oxidan y se transforman en otras moléculas inofensivas, eliminando así cualquier forma de mal olor. El ozono es un gas más pesado que el aire, por lo tanto, puede penetrar profundamente en las fibras de las telas de colchones, sofás, sillones, alfombras, interiores de automóviles y botes, de esta manera alcanza y elimina cualquier microorganismo y sustancia. maloliente presente incluso en los lugares más difíciles de alcanzar. A diferencia de cualquier otro tipo de desinfección, el ozono no libera ningún tipo de residuo.

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